
Secuelas psíquicas de la tormenta de fuego de Hamburgo (1943) – una lectura escénica
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„Según estudios psicológicos, el 30 por ciento de todos los alemanes nacidos durante la Segunda Guerra Mundial están traumatizados: por la pérdida del hogar, separaciones, bombardeos, hambruna, huida y la muerte de seres queridos.“
Con esta cita de la obra innovadora de Anne-Ev Ustorf Wir Kinder der Kriegskinder de 2008 comenzó la lectura escénica del curso de psicología S4. Pero, ¿qué es en realidad un trauma y cómo se puede afrontar? ¿Cómo es posible que las experiencias traumáticas también se transmitan a las generaciones siguientes?
Estas preguntas fueron abordadas de manera ejemplar por el curso comprometido, acercándose al Huracán de Hamburgo (Hamburger Feuersturm), que en 2023 celebró su 80.º aniversario. Las devastadoras bombardas en julio de 1943, que casi hizo desaparecer gran parte del este de Hamburgo, no se pueden entender sin el contexto completo de la guerra aérea de la Segunda Guerra Mundial. En su obra de referencia, el historiador británico Richard Overy representa una imagen muy diferenciada de la guerra de agresión del régimen nazi y de las reacciones en países atacados como Gran Bretaña, Polonia y los Países Bajos. Con este tema se centraron Jonas y Justin en su presentación. En el centro de su exposición estaba el documental «London can take it», que muestra las reacciones de la población tras las primeras cinco semanas de ataques nocturnos ininterrumpidos desde septiembre de 1940. Se enfatiza el sentido de comunidad, la templanza y las soluciones pragmáticas que se hallaron para lidiar con las destrucciones.
La situación de la población civil se asemejaba en todos los países afectados: la guerra y la alarma nocturna se convirtieron en rutina. Chinasa explicó qué debía ir en el equipaje de refugio y qué tipos de refugios se encuentran todavía en Hamburgo. Causó gran conmoción el tablero expuesto en el memorial St. Nikolai, titulado «Luftschutz tut Not» (La protección contra el aire es urgente), con el que se pretendía inculcar a los niños, de forma lúdica, qué se debe tener en cuenta al dirigirse al refugio antiaéreo ante una alarma.
El conmovedor informe de la testigo judía Marione Ingram, extraído de su autobiografía “Kriegskind. Eine jüdische Kindheit in Hamburg” de 2016, fue leído por Betty y Tabea. Como eran judías, ellas y su madre no pudieron ir al refugio. Así vivieron el impacto de una bomba directamente en su vivienda en eilbek, y luego vagaron desprotegidas por las calles. Ironía del destino fue que luego fueron declaradas muertas, y así el mandato de deportación ya existente no se ejecutó.
Otro testigo prominente del Huracán de Hamburgo es el controvertido cantautor Wolf Biermann. En la canción «Die Elbe bei Hamburg» procesa las horribles imágenes que él, siendo niño, tuvo que presenciar en Hammerbrook. Milena analizó con fuerza cómo Biermann, a través de la letra y la música, ha transformado el trauma en palabras. El verso «Genau auf Sechseinhalb blieb meine Lebensuhr da stehn» se convierte aquí en el símbolo de la inmovilidad en la vida de un niño que casi no habría sobrevivido al huracán.
Qué tan presentes siguen estando las huellas de la destrucción en la imagen urbana de Hamburgo cuando se mira de cerca, lo mostraron Susanne y Clara. Se levantan edificios clásicos de la época de la vuelta al siglo junto a edificios de ladrillo discretos que, tras la guerra, se reconstruyeron a partir de escombros o se erigieron nuevos sobre huecos de bombas. El mismo fenómeno se puede observar en aquellas ciudades atacadas entonces por la Alemania nazi. Como símbolo de la destrucción sin sentido, pero también de la política de reconciliación posterior, figura la ciudad inglesa de Coventry, que quedó devastada en 1940.
Una particularidad de la historia de Hamburgo es la relativamente rápida normalización de la vida de posguerra bajo la ocupación británica y la inmediata instauración de un sistema democrático de prensa y radio, tal como Noel Coward anticipó en su canción satírica «Don’t let’s be beastly to the Germans» en 1943.
Desde el punto de vista psicológico, Malena iluminó la memoria urbana. Aunque desde el principio en Hamburgo hubo conmemoraciones ritualizadas y emisiones en radio y televisión, el camino de lo que hoy podría parecer una simple memoria, de la que se distanciaban los sentimientos, hacia una revisión profundamente psicológica de lo ocurrido, no estaba aún libre veinte años después. A partir de un extracto cinematográfico de 1963, que mostraba discrepancias entre las declaraciones verbales de una testigo y mecanismos de defensa no verbales, Malena diagnosticó una «incapacidad para llorar» — una palabra de la época acuñada por Alexander y Margarete Mitscherlich en 1967.
La lectura estuvo enmarcada por conmovedos relatos de testigos y testigos de la Guerra de Hamburgo, así como de sus hijos y nietos. Además, se recrearon pasajes de dos conversaciones terapéuticas que Henrik había preparado para nosotros. En el marco del largo proyecto de investigación hamburgués «Erinnerungswerk Hamburger Feuersturm» se entrevistó a mujeres y hombres de la época. Para muchos de ellos fue la primera vez que, en un marco más amplio y con acompañamiento profesional, pudieron relatar sus traumáticos recuerdos. Los recuerdos estaban tan profundamente enterrados y el peligro de un flashback, un reexperimentación repentina de emociones reprimidas, tan grande, que todas las conversaciones también recibieron acompañamiento psicoterapéutico. Ante la pregunta de qué les había dado seguridad a lo largo de las décadas para lidiar con estos recuerdos dolorosos, respondió la testigo Marie W., interpretada por Malena: «No. Nada. Uno se enfrenta a su memoria solo.»
Estos hallazgos muestran la magnitud de cuánto los traumas no resueltos han marcado la vida de las entrevistadas y los entrevistados. Sin embargo, si un trauma no se resuelve, es probable que se transmita inconscientemente a los hijos y nietos. Así puede ocurrir que también los nietos de la generación de la guerra sufran de imágenes internas que les asustan, que sueñen con casas en llamas y ciudades destruidas o que padezcan miedos inexplicables. En una destacada conferencia, To Uyen examinó los mecanismos de la transmisión transgeneracional de traumas, basándose en investigaciones de la psicóloga social Angela Moré.
Conmovido, el señor Frankenfeld elogió el trabajo realizado por el curso de psicología desde septiembre de 2023 hasta abril de 2025, que además fue galardonado recientemente con un premio de apoyo del concurso «Demokratisch Handeln».
Informe: Eva Maschke
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Fotos: Antje Kirchbauer