Gruppierung von Skifahrern und Snowboardern im Schnee vor einem Chalet. Im Hintergrund sind mehrere Gebäude, darunter ein großes, traditionelles alpine Haus und ein moderner Anbau. Die Personen stehen in einer Reihe, tragen Skiausrüstung und Helme. Der Himmel ist bewölkt, und die Landschaft ist winterlich.

Viaje de esquí 2025

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Con una mezcla de emociones entre anticipación e incertidumbre subimos al autobús, nosotros -el curso de Ski/Fitness de la educación secundaria- el 30.01 en dirección al Tirol del Sur. No podíamos creerlo cuando subimos al moderno autobús y encontramos, además de asientos sorprendentemente cómodos, también tomas USB y un sistema de aire acondicionado que funcionaba de maravilla. Ya empezó bien la experiencia. Con los snacks, mantas y cojines para el cuello preparados con mucha antelación, soportamos sin problemas las casi veinte horas de viaje en autobús. Cuando la conversación a la hora veinte parecía a punto de decaer, recompensó la vista desde la ventana con montañas y un reino invernal cubierto de nieve. El largo viaje en autobús se olvidó en un abrir y cerrar de ojos y todos estaban deseando llegar a nuestro hogar para los próximos días: el lugar Meransen en el Tirol del Sur y nuestra hospedería, el Meransnerhof.

Aún el mismo día recogimos en el alquiler de esquí nuestro equipo y, con la vista del área de esquí, este trayecto, que muchos de nosotros esperábamos con ansia, se convirtió en realidad. Nos despedimos temprano en nuestras habitaciones y al día siguiente finalmente debía empezar de verdad.

Con un tiempo grandioso, como pedido, nos adelantamos temprano por la mañana a la pista. Para algunos ya era un área conocida de nuestro curso, para otros una experiencia completamente nueva. Después de un calentamiento, comenzamos bajo la guía profesional del señor Hencke, la señora Pösse y nuestros exalumnos y acompañantes Louise y Corny con los primeros ejercicios para que los recién llegados a la pista ya pronto pudieran hacer sus primeros deslizamientos sobre la nieve. Muchos de los principiantes totales de esquí –al menos un tercio de nuestro curso– ya pudieron, al final del primer día, descender con precaución la pista azul.

Los días siguientes permitieron a los principiantes ampliar aún más sus conocimientos, mientras que los avanzados se defendían en pistas más exigentes. Aprovechamos la experiencia en grupo formando grupos pequeños con esquiadores avanzados y los que aún estaban aprendiendo, y así nos impulsamos mutuamente hacia adelante.

La propia actividad de esquí, a menudo agotadora, no fue el único foco de nuestro viaje. Aprovechamos las noches en la hospedería para abordar a fondo las preguntas preparadas previamente sobre el deporte del esquí. Así elaboramos conceptos de sostenibilidad para el esquí, evaluamos nuestro viaje bajo tales criterios, pero también nos ocupamos de otros aspectos del esquí, como factores socioculturales o aspectos de competición. A través de clusters de expertos, seguimos aprendiendo entre nosotros, por ejemplo en primeros auxilios o en las reglas de las pistas de la FIS, y aprendimos unos de otros. Observamos el esquí de forma global, pero también crítica, y nos dimos cuenta de que es mucho más que descender la pista. Debido a que el curso es intergrado por cursos, pudimos también encontrarnos entre distintos niveles y así intercambiar de forma provechosa.

Ya después de unos días juntos en la pista, nos dimos cuenta de cuánto conecta y nos hace crecer este viaje. Si la mayoría en el día 1 se conocía más bien como compañeros de clase, para el día 3 muchos ya eran amigos y personas con las que compartimos una experiencia única. Los días siguientes mostraron aún más cuán significativo es este viaje. Sentimos no solo el beneficio deportivo del entrenamiento, sino también el valor pedagógico de la convivencia. En la pista y fuera de ella, todos se apoyaban entre sí. Los más avanzados tendían la mano a los principiantes sin dudarlo. Si alguien llevaba equipaje pesado, había gente lista para ayudar. Por la noche todos reíamos y jugábamos juntos. Nos dimos cuenta de que este viaje valía la pena.

Por ello fue tan difícil subir al autobús conocido el 07.02. Ya había pasado una semana llena de momentos inolvidables. Hubo tanto desafíos como momentos de felicidad. Pero todos compartían una cosa: fueron momentos que pudimos vivir juntos y de los que podemos seguir apropiándonos en el futuro.

La vuelta a la escuela nos hace comprender por fin lo afortunados que fuimos con este viaje. Abrió para algunos de nosotros la puerta a un deporte de esquí, con barreras de entrada relativamente altas, y fue educativo, deportivo y comunitario a la vez.

¡También fue una sensación maravillosa estar en la pista mientras otros estaban resolviendo fórmulas de matemáticas en la escuela 😉

También nuestros docentes y acompañantes aportaron de manera decisiva con su dedicación, humor y profesionalidad al éxito de este viaje. Por ello, desde aquí queremos agradecer a todo el curso de esquí Louise, Corny, la señora Pösse y el señor Hencke.

Con recuerdos aún vivos, volvemos a nuestra rutina escolar y quedamos ahora como algo más que un simple curso de deporte.

Informe: El curso de Ski/Fitness 2025

Fotos: Jonas Hencke